Europa Press
Periódico La Jornada
Martes 17 de diciembre de 2019, p. 5
Madrid. Fernando Meirelles lleva al terreno de la ficción las conversaciones entre el papa emérito Benedicto XVI y Francisco en su película Los dos papas, encarnados por Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, respectivamente. Tras su paso por los cines, se estrenará este viernes en Netflix.
Meirelles se considera un defensor
de Francisco y se siente más cercano
a él que a Benedicto XVI. A su juicio, el actual Papa comprende la casa común
en un momento en que se está construyendo una sociedad distópica. Todos los líderes mundiales están construyendo muros y él tiende puentes
, dijo.
Los dos papas, con guion de Anthony McCarten (El instante más oscuro, 2017) arranca en el momento en que el cardenal Bergoglio (Jonathan Pryce) solicita permiso para retirar a Benedicto (Anthony Hopkins) en 2012 y escenifica un enfrentamiento dialéctico entre la tradición y el progreso, al tiempo que enfrentan su pasado para encontrar un terreno común y buscar un futuro para los fieles.
Para Meirelles (Sao Paulo, 1955), director de Ciudad de Dios (2002) y El jardinero fiel (2005), entre los desafíos que enfrenta la Iglesia destaca la presencia de las mujeres. En este sentido, aplaude las conclusiones del sínodo de la Amazonia, según las cuales las mujeres pueden oficiar misa cuando no hay sacerdotes, algo en lo que ve un cambio, ¿por qué no?
, pregunta.
Reproducción de la Capilla Sixtina
Para el rodaje de Los dos papas, basada en pesquisas
y que toma como material las entrevistas y sermones de ambos pontífices, nunca contaron con la aprobación del Vaticano y no pudieron rodar en sus espacios, por lo que construyeron una réplica de la Capilla Sixtina. Sin embargo, Meirelles sabe que el cardenal Peter Turkson la ha visto y le gustó.
El director afirma que su intención no es blanquear la imagen del Vaticano; se trata de una película honesta en la que se habla de asuntos como el abuso infantil
. Del mismo modo señala que la cinta no ha recibido reproches en Argentina, en referencia al pasado de Francisco y quienes lo relacionan con su tibieza durante la dictadura.
Sobre al interés que despierta la cinta, igual que la serie de Sorrentino The Young Pope, Meirelles lo achaca a que es una historia universal, con conflictos de poder
.
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