*Por Eugenio Amézquita Velasco*
Hoy me amanezco con la noticia de que al parecer la Arquidiócesis de Morelia ha suspendido de sus funciones sacerdotales al Padre Alfredo Gallegos Lara, oriundo de Tarimoro, Gto. y a quien desde hace muchos años le apodan "El Padre Pistolas". El asunto es que extraoficialmente se sabe que desde hace más de 10 días está suspendido y se le dieron indicaciones de no celebrar la Santa Misa y a pesar de ello lo siguió haciendo, en un claro desacato a sus superiores eclesiásticos.
El hecho de esta suspensión podría confirmarse como tal, debido a un video que apareció en la cuenta Padre Pistolas Oficial de YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=SUVnjOkNM18) donde al parecer fue enterada la gente de Chucándiro de que el "Padre Pistolas" sería cambiado; esto movilizó a sectores de la población que le son afectos al sacerdote presuntamente suspendido.
Hace 18 años, el Padre Pistolas ya había sido cambiado de su anterior parroquia, Jaral del Refugio, en el municipio de Acámbaro.
"Después de 26 años de predicar en cantinas vestido de vaquero y con pistola en la cintura, el cura Alfredo Gallegos Lara, el "Padre Pistolas", fue removido de la parroquia del Santo Niño del Jaral del Refugio por el Obispo de Morelia, Alberto Suárez Inda" -hoy Arzobispo Emérito y Cardenal-, cita un texto de Jorge Escalante. (https://vlex.com.mx/vid/cambian-padre-pistolas-parroquia-82046719).
Prosigue diciendo el artículo que "durante siete años el cura mantuvo diferencias con su superior por su forma peculiar de evangelizar y reunir recursos para construir carreteras, escuelas, parroquias y atender médicamente a sus feligreses".
"Los conflictos se agudizaron a raíz de que el "Padre Pistolas" empezó a dedicarse a la música, grabar discos y, últimamente, por su pretensión de construir un hospital".
"El Padre saldrá de su parroquia, que levantó con recursos de migrantes, para trasladarse a la de San Nicolás de Tolentino en el Municipio de Chucándiro, Michoacán, a unos 40 kilómetros de Morelia".
*Algunos posibles motivos de la suspensión*
Los motivos son desconocidos pero podrían ser diversos basándonos en el Código de Derecho Canónico, donde además de causar escándalo, ha atacado a las mismas autoridades eclesiásticas, hecho que está de sobra sancionado por el citado Código, que es el que rige el comportamiento de la misma jerarquía de la Iglesia y de los fieles católicos.
Mucho podría hablarse a favor y en contra del sacerdote tarimorense, pero lo que es un hecho es que existen elementos suficientes para que más de una persona pudiera ponerlo frente a un juez civil por daño moral o ante el ministerio público federal por algunas posibles violaciones a la Ley de Asociaciones Religiosas y de Culto Público.
Poniendo un poco de orden en estas ideas, es importante recordar que el Padre Pistolas, desde que fue ordenado sacerdote, prometió obedecer al obispo y a sus sucesores que atienden la región en la que está incardinado -además de su registro ante la Secretaría de Gobernación, como ministro de culto- para su labor como sacerdote.
El Derecho Canónico, en su Parte II "De las Penas para cada uno de los delitos" en su título I "De los delitos contra la religión y la Unidad de la Iglesia", contiene el canon 1369 que dice: "Quien, en un espectáculo o reunión públicos, en un escrito divulgado, o de cualquier otro modo por los medios de comunicación social, profiere una blasfemia, atenta gravemente contra las buenas costumbres, injuria la religión o la Iglesia o suscita odio o desprecio contra ellas debe ser castigado con una pena justa." (https://www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/esp/documents/cic_libro6_cann1364-1369_sp.html)
La que podría ser una de las muchas simples pruebas de violar este canon, la dio el medio digital Reforma el 9 de octubre de 2021 bajo el título "Truena Padre Pistolas contra el Cardenal Juan Sandoval", artículo redactado por la reportera Fernanda Carapia (https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=/truena-padre-pistolas-contra-el-cardenal-juan-sandoval/ar2274175)
En dicho artículo consigna que el Padre Gallegos Lara emplea calificativos despectivos contra el Cardenal Sandoval Íñiguez, señalándolo como "hocicón", "pendejo", etc.
Para el común del público no católico o que quizá no ve como importantes estos aspectos, esto no podría ser grave; pero al interior de la Iglesia Católica sí lo es. Y para remate, el Padre Pistolas no podrá alegar ignorancia sobre lo que el Derecho Canónico establece ni sobre lo que dijo de manera imprudente.
¿Violó el "Padre Pistolas" el secreto de confesión?
Aunque extraoficialmente -como ya se dijo- se supo que la suspensión al Padre Gallegos -o "Padre Pistolas"- ya tiene más de 10 días que se le notificó, además de no poder ya celebrar la Santa Misa en Chucándiro, el pasado 11 de septiembre presidió la celebración eucarística -un día después de la fiesta patronal- y arremetió contra una familia de la comunidad de San Nicolás de la Condesa, precisamente del municipio de Tarimoro -de donde es originario el sacerdote- y en el minuto 43 del video publicado en la cuenta YouTube -"Padre Pistolas Oficial de la Misa 11 de septiembre Padre Pistolas en vivo" (https://www.youtube.com/watch?v=hDZCx7jaBmc)- habla -con palabras obscenas- sobre una serie de situaciones que tienen ya más de 20 años de sucedidas y narra el asesinato de uno de los familiares de estas persona del cual dice "andaba con mujeres".
Familiares de estas personas -que ya se han acercado a este periodista y columnista- y que descubrieron la presencia de este video en la citada página, han manifestado su indignación contra el presbítero y están pidiendo la intervención de las autoridades eclesiásticas para que pida una disculpa pública y retire el video de las redes sociales en lo que consideran una falta muy grave del sacerdote al señalar lugar y nombres de algo que debería guardarse como un secreto y con discreción. Precisan que varios de los dichos del Padre son falsos, lo que hace más grave este hecho. Es decir, lejos de una corrección fraterna, la lengua del Padre Pistolas se soltó, atacó, calumnió y dañó.
Dado lo delicado e íntimo que aborda el Padre sobre esta familia, desde el presbiterio de Chucándiro, ante los asistentes y de paso, subir el video a YouTube para que más personas lo vean, el tema lleva a un análisis más grave. ¿Estará el Padre Pistolas hablando de algo que se le confió en confesión o en dirección espiritual?
Los familiares afectados en la homilía del 11 de septiembre de 2021 comentaron a este columnista que mucha gente no se acerca a confesar con el padre Pistolas. Los motivos son obvios. No tienen confianza de que sus secretos de confesión queden como eso, en secreto.
Si le demuestran al Padre Pistolas que lo que imprudentemente mencionó en la Santa Misa era secreto de confesión, automáticamente el Padre Pistolas está excomulgado como lo señala el Canon 1388: "§ 1. El confesor que viola directamente el sigilo sacramental, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica; quien lo viola sólo indirectamente, ha de ser castigado en proporción con la gravedad del delito". (https://www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/esp/documents/cic_libro6_cann1378-1389_sp.html)
Finalmente, se le sumarían más delitos canónicos al Padre Pistolas si también se llega a comprobar que es él uno de los principales promotores de este acto de inconformidad de la gente de Chucándiro ante lo mandado por la Arquidiócesis de Morelia para su suspensión.
El Canon 1373 precisa que "quien suscita públicamente la aversión o el odio de los súbditos contra la Sede Apostólica o el Ordinario, con el motivo de algún acto de potestad o de ministerio eclesiástico, o induce a los súbditos a desobedecerlos, debe ser castigado con entredicho o con otras penas justas". (https://www.vatican.va/archive/cod-iuris-canonici/esp/documents/cic_libro6_cann1370-1377_sp.html)
A reserva de lo que cada lector pueda pensar del Padre Pistolas, justificándolo como un "héroe del Evangelio" o que debería dedicarse a otra cosa menos a ser sacerdote, sabe que está sujeto a la autoridad eclesiástica a la que se debe y a la que prometió ante Dios obedecer desde el día de su ordenación sacerdotal y no a una compañía disquera o a promotores artísticos, a sus intereses personales, gustos o soberbia, etc.
En este caso en que el Padre Pistolas dañó y calumnió a una familia, el Padre Alfredo Gallegos Lara o "Padre Pistolas" debe recordar una cosa: su libertad termina donde comienza la libertad de los demás. #MetroNewsMx