Ing. Francisco Javier Mendoza Márquez, con mi compañero periodista Octavio Arvizu, a finales de los años 90´s. |
Eugenio Amézquita Velasco
En los municipios del estado de Guanajuato – como todavía hasta la fecha sucede- durante los procesos electorales locales – léase elección de presidentes municipales, diputados locales y gobernador- la gente tiene como denominador para elegir a tal o cual candidato el enterarse de sus orígenes, de su cuna, de quién es pariente y los antecedentes familiares.
Celaya no es la excepción y eso lo saben los mismos partidos políticos. En una ciudad que anda rondando en los 600 mil habitantes, si no es que más, se complica la cosa por el volumen de personas que radican en la misma, aunque no dejamos de ser un "pueblote grandote", donde todavía muchos nos conocemos y tratamos.
A mi lo que me ha llamado la atención es el regreso de Javier Mendoza Márquez a las lides políticas. De hecho, diríamos es su tercer regreso formal buscando aparecer en las boletas electorales. La primera, fue para la alcaldía del trienio 1989-1991 (https://es.wikipedia.org/wiki/Presidente_Municipal_de_Celaya) convirtiéndose en el último alcalde de la continuidad del priismo del siglo XX en Guanajuato para luego dar paso a Carlos Aranda Portal, del PAN, recientemente fallecido.
La segunda, en el trienio que esta a punto de terminar y donde se lanzó como candidato independiente logrando colocar tres regidurías en las personas de tres jóvenes: María de la Salud García Rodríguez, Mauricio Hernández Mendoza y Mónica Delgado Delgado, hecho sin precedentes en la historia política de la ciudad precisamente por dar espacio a jóvenes celayenses que sí están ocupando un cargo de representación popular y que han dado muestra de combatividad política. Esto lo logró Mendoza a través de Todos Somos Celaya, A.C. y con su eslogan “Es chamba de todos” (https://www.celaya.gob.mx/cya/uncategorised/menuayuntamiento/)
Finalmente y ahora vía el PAN, Javier Mendoza Márquez aparece como precandidato único para la alcaldía del municipio de Celaya.
¿Por qué el interés en preguntar el por qué otra vez de Javier Mendoza Márquez? Hay una pregunta que escuche el otro día a un exalcalde panista: ¿Cómo le hizo Javier Mendoza Márquez para convencer al PAN si había sido contrincante de este partido en la pasada elección a presidente municipal?
La pregunta está mal formulada. La cuestión es: ¿Cómo le hicieron en el PAN para convencer a Javier Mendoza Márquez? Pero no todo queda ahí. Hay otra pregunta que yo me hago: ¿Es cierto que por lo menos seis partidos políticos –Redes Sociales Progresistas, Partido Verde Ecologista de México, Partido del Trabajo, Movimiento Ciudadano, Morena, entre otros- ya habían buscado a Mendoza Márquez para ofrecerle la candidatura? Si la respuesta es que no es cierto que lo buscaron, solamente sería cosa de investigar un poquito más -hecho que me encantaría hacer sólo para corroborar- y preguntarle a las personas adecuadas para confirmar que esto efectivamente así es.
Pero sí a la hora de buscar e investigar encontramos que efectivamente hubo pláticas secretas -donde quien buscó no fue Mendoza sino toda la pléyade de partidos políticos- estaríamos entonces en un escenario interesante porque pondría en aprietos a los que al final eran o van a ser los candidatos naturales de esos partidos, ya que se estarían dando cuenta de la ingrata realidad de que no estaban considerados para ser los primeros, sino los segundos, porque de haberles aceptado Mendoza Márquez a alguno de esos institutos políticos la candidatura, los demás hubieran sido desplazados, ante la garantía del triunfo con el “Cuate” Mendoza.
Y ¿Qué habría motivado a que esos partidos hubieran decidido buscar a Mendoza? La respuesta es de simple lógica: como el punto es ganar, los mismos partidos habrían efectuado sondeos en los puntos estratégicos y ciudades que consideran también claves para encontrar a quienes ellos les aseguren el triunfo. Los sondeos parecerían haberles mostrado que el de mejor aceptación entre diversos sectores y candidato ideal para la ciudad es precisamente Francisco Javier Mendoza Márquez.
Sin embargo, en algunos de los casos, ciertos partidos no buscan que gane el hombre, el candidato, sino buscan salvarse los mismos partidos políticos mediante una gran pesca de votos para no desaparecer del espectro político, hecho que les alejaría de ganar las jugosas prerrogativas económicas con que se mantienen, subsisten y algunos hasta parasitan (https://www.reporteindigo.com/reporte/partidos-politicos-blindados-en-presupuesto-2021-gastos-reduccion-propuestas/) .
Alguien diría que no buscan salvarse de desaparecer, que eso no es cierto, pero la realidad es que sí y así lo demuestran las pasadas elecciones en los estados de Coahuila e Hidalgo (https://www.eluniversal.com.mx/estados/prd-pt-el-verde-y-movimiento-ciudadano-en-riesgo-de-perder-registro-en-coahuila - https://www.eluniversal.com.mx/estados/siete-partidos-corren-riesgo-de-perder-su-registro - https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/10/19/obtiene-pri-triunfo-en-32-de-84-municipios-en-hidalgo-6277.html - https://forojuridico.mx/preocupan-a-la-4t-resultados-electorales-en-coahuila-e-hidalgo/ - https://www.forbes.com.mx/red-forbes-gano-o-perdio-morena-en-hidalgo-y-coahuila/ )
Muchos han publicado sobre “¿Quién es Francisco Javier Mendoza Márquez?” dejando ver que no lo conocen a fondo y la única manera de saberlo es habiendo estado presente en la época de los inicios en la vida pública, social y política de Francisco Javier Mendoza Márquez, como por ejemplo, cuando fue presidente de la CANACINTRA en Celaya entre 1980 y 1981.
Ya desde ese entonces, Mendoza Márquez gozaba del aprecio de la gente en Celaya, especialmente entre los empresarios. Donde el participaba en la industria de la fabricación de muebles para el hogar.
Su padre, el Dr. José María Mendoza Estévez es considerado el primer cardiólogo que hubo en Celaya y quien procreó una familia con la Sra. Aurora Márquez Caballero, viviendo en la tranquilidad de esa Celaya que muchos añoramos.
Sin embargo, el temprano fallecimiento, a los 42 años de edad, del Dr. Mendoza llevó a una situación precaria a la familia. Deja 7 criaturas huérfanas: la mayor, de 10 años de edad, la menor, de brazos, 6 meses de edad y a un niño Francisco Javier de 6 años de edad, Tratando de sacar a todos sus hijos a flote, Doña Aurora, una joven madre de 32 años de edad, vivió situaciones que una madre que se convierte de la noche a la mañana en jefa de familia y en viuda entiende a la perfección.
Es conocido el joven Francisco Javier por muchos en Apaseo el Alto, lugar donde radicó y el haber visto al ahora precandidato trabajando de “chícharo” en un billar, también como ayudante de cantinero y hasta cantando en los camiones para poder obtener recursos para sus estudios y ayudar a la casa.
En el Instituto Tecnológico de Celaya, su alma mater y donde obtuvo su carrera y título como ingeniero industrial -un Orgullosamente Lince-, algunos compañeros lo recuerdan por haberles echado la mano haciéndoles las tareas como otro medio de allegarse recursos para pagar los gastos escolares.
Esta parte de su vida lleva a que en su persona se cumpla ese adagio de “Solamente el que padece, se compadece”. Muchos de nosotros sabemos de carencias, de penurias y necesidades sobre todo cuando venimos de familias muy numerosas.
En una ocasión, en una entrevista que me concedió durante su candidatura independiente, le pregunté si había nacido en pañales de seda. Mendoza me contestó de inmediato: “Yo empecé desde abajo. Lo que tengo lo he hecho a base de mi trabajo y mi esfuerzo. Nadie me lo ha regalado”.
El primer momento de Mendoza Márquez en la alcaldía de Celaya
Antes de ser alcalde, Francisco Javier Mendoza Márquez tuvo un paso previo en la presidencia municipal. Fue en el trienio 1986-1988 que correspondió al H. Ayuntamiento encabezado por el Lic. Jorge Chaurand Arzate, ya finado, donde Mendoza Márquez se desempeñó como tesorero municipal.
Y en el siguiente trienio, Mendoza Márquez es lanzado como candidato por el PRI para la alcaldía, que gana de manera muy cerrada contra Acción Nacional.
Coincide su período de alcalde con el de otro interesante personaje, Carlos Medina Plascencia, como alcalde de León y que posteriormente se convertiría en Gobernador Interino de Guanajuato bajo condiciones políticas de alta efervescencia en el estado.
He escuchado de conocidos y amigos míos algunos cuestionamientos serios contra Javier Mendoza Márquez, de presuntos malos manejos y toda una serie de lindezas muy propias de gobiernos corruptos, aunque siempre me lo han comentado sólo de manera verbal y sin documentos. En el trabajo periodístico -también ante una agencia del ministerio público o un juzgado penal, civil, electoral, etc.- lo que cuenta es presentar documentos, pruebas y el apego a las leyes ya que de otra manera parecería insidia -es decir, el engaño oculto y disimulado para perjudicar a alguien- y el riesgo de una demanda. Por lo menos y hasta el momento, Javier Mendoza Márquez terminó su trabajo como tesorero en el trienio 1986-1988 y como alcalde en el trienio 1989-1991 sin observaciones por parte del Congreso del Estado de Guanajuato en esa época.
Sin embargo, lo que alimenta más el hecho de la transparencia de Mendoza Márquez -razón por la cual precisamente habrían andado tras de él seis o sietes partidos políticos- la daría el mismo Partido Acción Nacional de esa época y de la actual, así como una serie de fenómenos políticos impensables para el PRI de finales del siglo XX las razones del por qué buscar a este celayense
Muchos de los jóvenes de la actualidad en edad de votar en estos momentos, aún no habían nacido ni conocieron de cómo se las gastaba el PRI de esos años. Cuando el PRI ganaba, no daba espacio ni oportunidad a nadie.
El tricolor buscaba a como diera lugar y con lo que fuera sus llamados “carros completos”, es decir, todas las curules de la cámara de diputados y de la cámara de senadores, todas la alcaldías y todas las gubernaturas posibles para controlar, dominar, tundir y echar fuera todo aquello que no fuera acorde al sistema o al capricho y gusto del gobernante en turno. Algo extrañamente muy parecido a lo que nos está tocando vivir en estas épocas pero con otros colores, otras banderas, pero con los mismos dinosáuricos personajes de esas épocas.
Con Mendoza Márquez las cosas fueron al revés. El PAN ya tomaba fuerza como oposición, señalaba que en los gobiernos priistas de Celaya la corrupción, las plazas de “aviadores” en la alcaldía y los malos manejos eran muy comunes. Mendoza Márquez hizo lo impensable: darle espacios a personas reconocidas de la sociedad civil de Celaya, sin militancia partidista o del mismo PAN pero que sí gozaban de prestigio en la ciudad y de capacidad para ocupar esos cargos.
¿Quiénes eran algunos de estos personajes?
-Enrique Caracheo Jair Nara, a quien se dio el cargo de Jefe de Personal;
-Jorge Alberto Grande, quien ocupó el cargo de subdirector de Servicios Públicos Municipales y quien por cierto actualmente es el director de Bacheo en el municipio.
-El Capitán Roberto Miranda, director del CERESO, ya fallecido, un hombre recio pero honesto y quien estuvo a punto de perder la vida en su momento en una situación difícil que se vivió en el cumplimiento del deber en su cargo.
-En la Tesorería Municipal, un puesto delicado, CP Ramiro Guzmán Velazco
-La secretaría del Ayuntamiento, el Lic. Jorge Arredondo.
-En Desarrollo Urbano, Joel Aguirre, destacado profesionista y actual rector de UNITESBA
-El Arq. Javier Ramírez Sámano, en Obras Públicas, un hombre dedicado a su trabajo, con gran experiencia profesional y quien actualmente restaura el Templo del Carmen, Joya del arte en México, reconocido por sus capacidades y, diría yo, todo un señorón.
El cargo clave estaba en la Contraloría. En aquel entonces ese puesto no se decidía por el cabildo. Mendoza Márquez aplicó hace 33 años lo que hasta el siglo XXI la democracia vino a hacer norma en la Ley Orgánica de los Municipios para el estado de Guanajuato, en sus artículos 77 inciso XIV y 131 (https://dga-ssp.guanajuato.gob.mx/SSP/rm_doc/M_20170626171520.pdf). Le dijo a sus contrarios políticos: “Integra una terna y de ahí escogeré al Contralor. Eso sí, si después se presentan casos de corrupción, no me vengas a echar la culpa a mí por las cosas torcidas de la gente que tú mismo me propusiste”.
Los inicios de la democracia en Celaya
Otra persona que vino a ocupar un cargo que al final la historia recordaría en la administración de Mendoza Márquez lo fue José María Brindis, panista. Fue administrador del Rastro Municipal y fue quien motivó dos escenas que hasta la fecha quedan plasmadas en la vida democrática y política de la ciudad.
Brindis no era bien visto por los introductores de ganado de la ciudad debido a ciertas medidas que aplicó y que al parecer afectaban intereses. Le exigieron a Mendoza Márquez que lo echara de su equipo. Mendoza salió en su defensa y se negó a hacerlo, al grado que el asunto llegó a una sesión de cabildo. Una mayoría aplastante votó a favor de la salida de Brindis. Mendoza se negó.
La escena era totalmente surrealista, lo inimaginable: Un alcalde priista teniendo en contra a los regidores de su partido. La actitud de Mendoza fue respetar la ley y la mayoría del cabildo. Brindis tuvo que salir.
Este hecho llevó meses después a un segundo momento. Este lo generó el entonces gobernador Rafael Corrales Ayala (https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Corrales_Ayala ), el último gobernador que tuvo el PRI en el estado de Guanajuato y de la vieja escuela del PRI y entre sus muchos cargos estaba el haber sido Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación. El escenario ahora es el Auditorio Francisco Eduardo Tresguerras, en el último informe de gobierno del Ing. Mendoza Márquez.
Termina el informe, toma su lugar Mendoza Márquez y hace uso de la voz el gobernador. Este hace algunos comentarios sobre el informe pero retoma el tema del caso Brindis sin entrar en detalles. Pinta la escena de esa sesión y volteando a ver a Mendoza Márquez, quien se había negado a echar de su equipo a Brindis pero que acató la voluntad de la mayoría, le dice, refiriéndose a ese acto de Mendoza Márquez de no estar de acuerdo pero sí de respetar la decisión del Cabildo: “Esa, señor presidente, esa es democracia”.
Quizá otro personaje que también es digno de recordar en la historia política del ahora precandidato panista es el candidato asesinado Luis Donaldo Colosio, en el diálogo de Mendoza Márquez para plantearle la problemática que estaba teniendo con ese priismo del “carro completo” y del no ceder espacios. Podría comentar diversos hechos que plasmarían por qué Mendoza Márquez fue buscado por el PAN en algo impensable en el siglo XX.
No quiero dejar de lado dos cosas que en conciencia son importantes. Celaya de la Purísima Concepción, la que tiene por reina a la Madre de Dios, es sumamente religiosa. Para las corrientes anticlericales, antieclesiales y cristianofóbicas o de laicos bien intencionados, obviamente la religión es un tema que no debe tocarse en un proceso electoral. Y eso es entendible cuando una Constitución como la de México consagra el estado laico. Y son los laicos de Celaya -o seglares o como usted los quiera llamar- los que finalmente van a decidir qué gobierno desean.
¿Por qué abordo el tema? Primero, porque Javier Mendoza Márquez se ha señalado a sí mismo como defensor de la vida humana y de la familia natural. Para los celayenses, de tradición familiar, donde la abuela, el papá, la mamá, los hijos y el resto de la familia ocupan un lugar importante en la historia de nuestro México y del mundo, este aspecto es muy importante, es algo que da seguridad a las familias y a los celayenses.
El segundo aspecto es que Francisco Javier Mendoza Márquez es sobrino político de otra gran personalidad que colocó a Celaya en una gran página de la Historia de la Iglesia en México: el cardenal Alberto Suárez Inda, el primer celayense designado cardenal por un Papa, el Papa Francisco. Estos datos y otras muchas cosas estarían dando la respuesta del por qué otra vez Javier Mendoza Márquez.
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