Redacción
CUIDA DE NOSOTROS TUS HIJOS
Bajo este título se venera en Roma una imagen bizantina de la Santísima Virgen María, que data del siglo XII o del XIV. Conservada en otro tiempo en la iglesia de San Mateo, en el Esquilino, la milagrosa imagen fue cayendo poco a poco en el olvido, hasta que, en 1866, el Papa Pío IX la confió a los redentoristas, que celebraban su fiesta. La mayoría de las iglesias de Occidente invocan hoy a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
La Iglesia se dirige a Nuestro Señor Jesucristo este día, para recordarle que nos ha dado como madre dispuesta a socorrernos a su propia Madre, la Virgen María, a quien le corresponde muy adecuadamente el título de “Perpetuo Socorro”.
Dios ha dado a María a su Hijo, lo ha engendrado en su seno, lo ama como a sí mismo, de suerte que, por naturaleza, fuese el mismo y único Hijo de Dios y de María. Dios creó todo y María engendró a Dios en cuanto hombre. El que hizo todas las cosas de la nada, no quiso rehacerlas sin María. Dios es Padre de todas las cosas creadas y María es la Madre de las cosas recreadas. No es pues de extrañar que María tenga tanto cuidado de nosotros, sus hijos recreados, y que perpetuamente nos socorra en nuestras necesidades
El cielo, los astros, la tierra, los ríos, el día, la noche y todo lo que se halla sometido al poder y al servicio del hombre, se congratulan por María; habiendo el hombre perdido su antigua nobleza, ahora ha sido, en cierto, modo, resucitado con la ayuda de María, y dotado de una gracia nueva e inefable. Con toda razón acuden los fieles a María como Señora del Perpetuo Socorro.
"María, llevada a la máxima participación con Cristo, es la colaboradora estrecha en su obra. Ella fue “algo del todo distinto de una mujer pasivamente remisiva o de religiosidad alienante”
(M.C. 37).
No es sólo el fruto admirable de la Redención; es también la cooperadora activa. En María se manifiesta preclaramente que Cristo no anula la creatividad de quienes le siguen. Ella, asociada a Cristo, desarrolla todas sus capacidades y responsabilidades humanas, hasta llegar a ser la nueva Eva junto al nuevo Adán".
D.P., n. 239.
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