San Juan I, papa y mártir - 18 de mayo
Redacción
Nació en la región de Toscana, Italia, y formó parte de los clérigos de Roma. Muy joven aún fue nombrado archidiácono, y después de la muerte del Pontífice San Hormisdas, en 523, se le eligió para sucederlo. Entonces gobernaba Italia el rey Teodorico, un godo que a pesar de ser arriano por nacimiento y por convicción, trataba a sus súbditos católicos con relativa tolerancia. Sin embargo, las circunstancias cambiaron, en parte porque el rey estimó como traidoras las relaciones del Senado romano con Constantinopla, y en parte también debido a las enérgicas medidas tomadas por el emperador bizantino, Justino I, contra los arrianos de Oriente.
Llamado Teodorico por sus correligionarios para que les ayudara, decidió enviar una embajada para que negociara con el emperador. Determinó que encabezara la misión el Papa Juan, quien fue recibido en Constantinopla con fervoroso entusiasmo e indujo al emperador a que moderara sus medidas contra los arrianos, puesto que las represalias en Roma se llegarían a sentir inmediatamente.
Con todo, el rey Teodorico llevó a mal las amistosas relaciones entre el Papa y el emperador. Así que tan pronto como la misión regresó a Ravena, capital del reino de Teodorico, Juan fue puesto en prisión el año 526 y a los pocos días, probablemente el 18 de mayo, murió debido a los malos tratos.
Lo poco que se sabe del Papa Juan I, se encuentra en el texto y en las notas del Liber Pontificalis (Libro de los Papas). Su título como mártir ha sido reivindicado por críticos modernos.
"La tradición transmitida por los Apóstoles fue recibida de diversas formas y maneras. Por eso, desde los mismos comienzos de la Iglesia fue explicada diversamente en cada sitio por la distinta manera de ser y la diferente forma de vida.
Todo esto, además de las causas externas, por la falta también de mutua comprensión y caridad, dio origen a las separaciones."
Conc. Vaticano II, Unitatis redintegratio, n. 14.
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