U
no de los graves problemas que se presentan en la distribución de los subsidios en México es que el dinero no llega a los destinatarios más pobres. En aquellos lugares donde no hay tecnología ni sucursales bancarias se lleva en efectivo y, además del gran riesgo y el alto costo del proceso, parte de éste se queda en el camino, en pérdidas y actos de corrupción.
Por ello, el Presidente de la República se desespera y busca desarrollar el Banco del Bienestar con 2 mil 700 sucursales mediante una inversión de 10 mil millones de pesos y un costo anual de operación de 6 mil millones. Este proyecto tratará de ser autosuficiente a través del cobro de comisiones por el envío de 300 mil millones de pesos.
Si los datos del gobierno son correctos, el banco tendrá que cobrar 2 por ciento de comisiones sobre los 300 mil millones de pesos distribuidos, lo que es, aproximadamente, el doble de lo que cobran actualmente los corresponsales financieros encargados del proceso.
Pero además de que es un costo elevado, el problema es que en muchas regiones pobres y alejadas de los centros urbanos no se cuenta con Internet ni con la infraestructura de comunicaciones necesarias para entregar los subsidios de manera electrónica, cosa que no se resuelve con la creación de oficinas bancarias.
El ideal para resolver este problema es la bancarización de la población de escasos recursos, lo que se traduciría en que cada persona cuente con un registro de datos personales y una tarjeta de débito. De esta manera se llevaría a cabo un riguroso control de los recursos y el retiro de dinero se podría realizar en tiendas de conveniencia y otros establecimientos sin la necesidad de crear una infraestructura paralela a la banca y al comercio de cada población.
El tema de la distribución de los recursos a la población marginada, más que ser un problema bancario, está relacionado con la falta de registros adecuados y de infraestructura digital, dos prioridades de la nueva estrategia de desarrollo. Por ello, más que crear un gran banco con 2 mil 700 sucursales físicas lo que hace falta es avanzar en el desarrollo de la infraestructura tecnológica. De esta manera, la distribución de los recursos se vuelve más eficiente y segura.
Publicar un comentario