Redacción
En el Canon romano se nombra a este Papa, el tercer sucesor de San Pedro, después de Lino y Cleto.
Clemente tuvo que guiar a la Iglesia durante la cruel persecución del emperador Diocleciano, a fines del siglo I. El nombre de Clemente va ligado a la solicitud que el anciano Pontífice dedicó a su grey romana mientras sus ovejas eran devoradas por los lobos feroces del culto idolátrico al emperador.
Es de suponerse que su pontificado haya durado del año 92 hasta el 99. San Irineo dice que Clemente fue discípulo de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma. En el año 96 escribió una carta pastoral a los fieles de Corinto, que estaban divididos por la discordia. Algunos inconformes habían atacado, sin razón, a los presbíteros de esta comunidad fundada por San Pablo.
Con gran sabiduría, diplomacia y celo apostólico, el Papa recalcó que la Iglesia de Cristo se distingue de cualquier sociedad humana por su jerarquía sagrada y la obediencia que los bautizados deben a sus pastores. Esta carta fue muy conocida en el siglo II y leída en las reuniones de los cristianos perseguidos.
Procuremos, pues, conservar la integridad de este cuerpo que formamos en Cristo Jesús, y que cada uno se ponga al servicio de su prójimo según la gracia que le ha sido asignada por donación de Dios.Carta del Papa San Clemente I a los corintios: 35, 1-5; 36, 1-2; 37, 1. 4-5; 38, 1-2.4
Que el fuerte sea protector del débil y el débil respete al fuerte; que el rico dé al pobre y el pobre dé gracias a Dios por haberle deparado quien remedie su necesidad. Que el sabio manifieste su sabiduría no con palabras, sino con buenas obras; que el humilde no dé testimonio de sí mismo, sino deje que sean los demás quienes lo hagan”.
Existe un documento que se titula Actas de los Santos Mártires, y que parece ser del tiempo de este Papa, en el que se dice que San Clemente murió martirizado.
Nos dice la leyenda que el emperador Trajano desterró al Papa a la península de Crimea, en el sur de Rusia y fue condenado con otros cristianos a trabajos forzados.
También cuenta que San Clemente hizo el milagro de hacer brotar agua de una roca para mitigar la sed espantosa de los prisioneros; el emperador hizo llevar al Papa al Mar Negro y mandó que lo echaran al mar luego de atarle un ancla alrededor del cuello. Más tarde, las aguas del mar se retiraron del lugar del sacrificio y los cristianos encontraron el cuerpo incorrupto del Papa mártir.
Cerca del Coliseo, en la ciudad de Roma, donde murieron tantos cristianos por su fe, se encuentra la preciosa basílica de San Clemente, dedicada en honor del Papa mártir. Podría ser que hubiera sido construida en el lugar de la casa en donde vivió el Papa. Los cimientos del templo actual, por cierto uno de los más preciosos de la antigua Roma, se remontan al siglo IV.
En el templo yacen también los restos del gran apóstol del sur de Rusia, el obispo San Cirilo, quien trajo de Rusia los restos mortales que se suponía eran del Papa mártir San Clemente.
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