El encuentro dio inicio a las 11:00 hrs con la participación del coro ESPERANZA de Victoria Gto. que está conformado por adultos mayores que con gran entusiasmo siguen haciendo presencia en los velorios y fiestas patronales como una forma de preservar la tradición de los alabanceros. Cabe mencionar que ellos llegaron acompañados de su fundador Don Evencio Jiménez de 94 años quien se mostró muy conmovido con la realización del encuentro.
En seguida el coro EL POZO de la comunidad del Marqués Querétaro, entonó algunas alabanzas y sorprendió gratamente a los presentes, ya que entre sus miembros se encuentran algunos jóvenes que han adoptado este tipo de rituales como una forma de vida.
De manera muy especial se contó con la presencia de Doña Ángela Domínguez hija de Don Damasio quien fue el fundador del coro de Pozos, y de Don Martín Núñez quien viajó desde la ciudad de México y es el único integrante que queda de este coro original, quienes se unieron a esta celebración con algunos cantos también.
En la segunda parte del programa se contó con la participación del Grupo LOS MARTAJADOS de Querétaro, quienes deleitaron a los presentes con algunos cantos cardenches, pero sin duda lo más emotivo fue cuando unieron sus voces con los coros de alabanceros para entonar alabanzas representativas de estos grupos conmoviendo a todos los presentes.
En seguida el grupo LOS COYOTES DEL REAL de San Miguel de Allende, cuyos integrantes son tres jóvenes que interpretan música tradicional e histórica mexicana con instrumentos de cuerda, presentaron algo de su repertorio, canciones de varias regiones del país para concluir con una alabanza tradicional del Santuario de Atotonilco en San Miguel de Allende.
Por último el grupo TRIBU formado por músicos mexicanos y que destaca por investigar, reproducir y tocar instrumentos musicales arqueológicos, apoyados en la formación arqueológica y etnomusicológica de sus integrantes, interpretaron algunos cantos en lenguas donde hicieron uso de una gran variedad de instrumentos cuya ejecución resultó, para los presentes, una experiencia ritual y mágica. Finalizando con algunas alabanzas tradicionales.
Al finalizar el evento se les entregó un reconocimiento a todos los participantes como una manera de honrar y valorar el gran trabajo que realizan estos cantores de lo Sagrado y lo divino y que forma parte del patrimonio cultural intangible de nuestro estado.
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